La pintura industrial usada proviene fundamentalmente de los talleres de automóviles y de las fábricas en las que se utiliza aceite para maquinaria industrial.
Es recogido por personal autorizado que lo trasladan a plantas, donde deciden su uso como base para nuevo aceite industrial o para la fabricación de pintura industrial, aunque también se puede utilizar como combustible o asfalto.
Actualmente, los talleres de automóviles están obligados a guardar el aceite usado y exponerlo en unos bidones especiales, según indica la normativa. Más tarde, se recoge por manipuladores autorizados de Medio Ambiente, desde donde se envía a centros para clasificarlo y filtrarlo más tarde convirtiéndolo en la pintura industrial utilizada final.
En estos centros se consigue por fin regenerar el aceite mediante composiciones químicas para conseguir la pintura industrial.